Todos manejamos algún tipo de información sensible, desde información personal, cuentas de banco, información de familiares, etc. hasta datos que tenemos del trabajo.

Imagina la siguiente escena: es la hora de la comida, sales con tus compañeros del trabajo, lo normal es que uno va platicando cosas del trabajo. Llegan a un restaurant, se sientan en una mesa vacía, y la plática sigue. Todo sigue transcurriendo de manera normal, como debe ocurrir. Pero ni tu ni tus compañeros de trabajo se percatan de una persona que venía cerca de ustedes y que entró al mismo lugar y se sentó en una mesa no muy alejada. Puede ser que esta persona sea de la competencia y ha estado escuchando la conversación que has tenido con tus compañeros.

Esta escena puede sonar un poco exagerada, pero también puede ser una situación que se presente en cualquier momento y en cualquier parte. Hoy en día la información tiene un gran valor, ya sean datos personales o datos de empresas, todas tienen un precio. Y en caso de caer en las manos equivocadas puede ocasionar un daño no esperado y con gran repercusión.

Por ello te damos algunos consejos para cuidar tu información o la de tu empresa:

  • Cuando salgas a comer con compañeros de trabajo evita mencionar información sensible para la empresa. Puede parecer información que no tiene mayor relevancia, pero si es parte de algo más grande ya tiene un valor.
  • Evita estar revisando tu teléfono celular cuando tienes mucha gente alrededor. Cuando se va en transporte público es normal ver a otras personas que están leyendo las conversaciones de otros.
  • Trata de no llevar documentos fuera de la oficina. E incluso los documentos que tengan datos personales e información sensible es recomendable que los tengas guardados en algún cajón o archivero con llave.
  • Si hablas por teléfono cuida la información que dices. En ocasiones el hablar por teléfono hace que no pongamos atención al entorno, y no sabemos quien podría estar escuchando la conversación.
  • En caso de que lleves algún dispositivo como un teléfono celular o computadora, ya sean tuyos o de la empresa, mantenlos bloqueados y con contraseña o nip.

Puede parecer algo muy simple, pero en ocasiones uno está distraído en ciertos momentos del día y no pone cuidado a lo que está hablando. Esta información puede relevar más información de la que pensamos, y un poco de seguridad en estos detalles evitará que caiga en manos equivocadas.

Recuerda: la seguridad de la información es responsabilidad de todos.