PROYECTO KRAKEN

Es la red de inteligencia sobre ciberamenazas más grande de la región.

Esta red se enfoca en concentrar y administrar información directa y anónima sobre amenazas.

Proyecto Kraken es la red de inteligencia sobre ciberamenazas más grande de la región, al contar con el apoyo de instituciones gubernamentales, organismos locales de inteligencia, policías cibernéticas y la iniciativa privada en todos sus sectores, todo ello en un esfuerzo de prevención y atención al cibercrimen que afecta a todo tipo de organizaciones y que, en los últimos dos años, ha incrementado considerablemente en la región iberoamericana.

Esta red se enfoca en concentrar y administrar información directa y anónima sobre amenazas, grupos de atacantes y metodologías de ciberdelincuencia, ayudando a prevenir daños en todos los sectores, a fortalecer la cooperación entre países, instituciones y empresas, así como desarrollar estrategias integrales de combate al ciberdelito

+ 1,000

Ataques prevenidos

8

Grupos de Trabajo en el Proyecto

+ 500

Organizaciones afiliadas
Proyecto Kraken realiza diagnósticos precisos sobre el cibercrimen

Para Prevenir y Atender los ciberdelitos, primero debemos de conocer cómo operan los ciberdelincuentes

Resulta complicado crear estrategias para detener la ciberdelincuencia cuando no hay suficientes indicadores en la región sobre sus consecuencias, modos de operación, clasificación del tipo de delitos y frecuencia, por lo que nuestra red busca obtener esa información de primera mano, ofreciendo una posibilidad de compartir estos datos con empresas, gobiernos y todo tipo de organizaciones.

Esto ha llevado a identificar incidentes que sucedieron en una zona específica y que pudieron alertarse de forma oportuna para evitar que se replicaran en otras zonas u organizaciones similares, reaccionando a tiempo y frenando el crecimiento de los daños ocasionados por el cibercrimen.

Nuestro mayor logro es la cooperación de todos los sectores económicos

El objetivo principal que persigue Proyecto Kraken, es volverse un interlocutor seguro entre las autoridades y la iniciativa privada, reduciendo la brecha existente y ayudando a prevenir casos que pudieran afectar de diversas formas la estabilidad política, social y económica, alertando de cualquier comportamiento anómalo que se detecte y estableciendo cercos que frenen el crecimiento de la ciberdelincuencia.

Además, facilitamos el camino entre las propias autoridades para identificar y detener a los delincuentes, estableciendo mecanismos específicos de intercambio de información en tiempo real que sortee cualquier impedimento que pudiera haber de cooperación.